VPN: qué es y para qué sirve

Internet se ha convertido en el gran canal de comunicación del siglo XXI. Hoy en día la red es utilizada por la gran mayoría de personas y de empresas, pero el uso constante de un espacio tan masivo genera ciertos riesgos, sobre todo cuando se emplea para enviar y recibir información sensible. 

Una conexión VPN mejora los parámetros de seguridad que ofrece la red general. De hecho, es una red recomendada para jugar y hacer compras online, para intercambiar archivos digitales, para usarse cuando se viaja o para comunicarse vía streaming.

¿Qué es una VPN? 

El concepto VPN está formado por las siglas de Virtual Private Network, que traducido al castellano tiene un significado que es red privada virtual. La red VPN hace que el tráfico de internet se mueva a través de un conducto que está encriptado y, por lo tanto, nadie puede acceder a él. 

Una red VPN además de blindar el acceso a la información a otros usuarios, la protege de otros agentes externos como pueden ser los hackers o los propios proveedores de internet que en condiciones normales pueden tener acceso a esos datos internos.

Aun así, hay que tener en cuenta algunos rasgos de las VPN. Entre ellos se encuentran que las que presentan más prestaciones pueden tener un precio muy alto. Además, habrá momentos en los que no puedan garantizar el cumplimiento total de todas las funciones que tienen asignadas. 

Para qué sirve

En líneas generales, una red VPN sirve para proteger todo el tráfico de internet que tiene un usuario o una empresa, así como su identidad digital. Esto hace que tanto las compañías, como los autónomos e incluso algunos particulares, opten por utilizar este tipo de redes. Pero además de esto, ofrecen otras utilidades. 

Creación de una red local segura

Muchas empresas recurren a las redes VPN para que sus trabajadores se conecten a una misma red local que está ubicada en una oficina central. Esta utilidad está diseñada para que los trabajadores que ejercen su actividad desde sus casas accedan a una conexión segura y descentralizada. De hecho, hay dos tipos de VPN, las de uso individual y las de uso corporativo. 

Cambiar de sitio la ubicación IP

Todos los dispositivos tienen una dirección IP, que es un número que además de servir de identificación, muestra en qué lugar del mundo se encuentra. Cuando se accede a una red VPN la dirección IP se cambia. Además, el propietario de ese dispositivo podrá navegar en todos los países en los que esa VPN tenga servidores. Esto provoca que se pueda acceder a internet del mismo modo desde el que se accedería si se estuviera en un país europeo o en algún estado de otro continente. 

Seguridad y mayor blindaje en la privacidad 

Cada vez que interviene la red VPN se cambia la dirección IP, por lo tanto, las webs y las aplicaciones que quieren rastrear la actividad de la persona que se conecta tienen grandes dificultades para detectarla. Además, en el mercado actual se pueden encontrar VPN básicas y otras con prestaciones más avanzadas. Las segundas son capaces de ocultar esa actividad incluso a la propia compañía de teléfono del usuario. 

Por otro lado, en las VPN cabe destacar que actúan como sistemas de protección frente a ataques externos. Entre ellos se encontrarían las redes Wifi públicas y las clandestinas que en ocasiones no son de confianza. Este blindaje es especialmente importante en personas que teletrabajan o que se desplazan de un lado a otro conectándose a ese tipo de redes. 

Un mayor acceso a portales de internet 

Una red VPN permite el acceso a todo tipo de páginas y es capaz de atravesar distintos tipos de cortafuegos. Esto provoca que cualquier usuario pueda entrar en prácticamente todos los espacios que ofrece internet, independientemente del lugar en el que se encuentre. 

VPN en el móvil

Aparte de poder usarse en dispositivos como los ordenadores, también es posible tener una VPN en el móvil, y como ocurre con otras muchas funciones, su uso varía en función de si se trata de un terminal Android o de un teléfono que use el sistema operativo iOS. 

Para acceder a esta red en un Android hay que acudir a la sección de ajustes, después al apartado de conexiones de red o al de otros o más redes. Una vez que se haya llegado a esa sección, hay que pulsar sobre VPN y seguidamente sobre el botón (+). El último paso consiste en escribir el nombre de la red, designar el tipo de VPN y notificar la dirección del servidor cifrado. 

Por su parte, iOS ofrece un proceso más rápido. En este caso hay que acudir al menú de ajustes, después acceder al apartado general y de ahí al de VPN. Seguidamente, hay que pulsar sobre añadir configuración VPN y finalizar el proceso escogiendo el tipo de VPN del servidor y añadiendo los datos del propio servidor y los del nombre de usuario.